Como todos años, el sol
acaba de girar sobre La Tierra. Como todos años, la misma discusión; que
si el Baltasar de la Cabalgata tiene que ser un negro de vellón o un
blanco de betún, que si al maquillaje o al natural,
que si tal o que si cual, que si contamos ya con una vasta comunidad de
afronavarros, por qué no ahorrarnos lo del betún que, se contradice con
el espíritu navideño que de ahorro nada, que al derroche y a la fiesta
en el portal del Corte Inglés.
Ni para ti ni para mí,
pues. Les proponemos coger a uno de nuestros negros sanos y pintarlo de
blanco Melchor. Salomónico. También invitamos a nuestras familias
cristianas que, al engalanar sus balcones en estas
fiestas, sustituyan a sus olentzeros, papanoeles y piterpanes que mucho
ya deslucen, por negritos trepadores con sus garfios de escalar la
valla de Melilla, colándose por nuestras ventanas que nos traen regalos
pero que se vayan en caliente, que nos dejen
su carbón, todas sus materias primas y sus manufacturados
low cost que circulen, las personas no. Ni lo sueñen.
Como consumidores del norte
decimos que basta ya, que no queremos consumir lo que nos imponen, que
no queremos imponer a quienes más producen y producen en el nombre de
nuestro supuesto bienestar, que lo es a costa
de exprimir al sur, de provocar y financiar el terror y las guerras en
su lejanía como sucia estrategia mercantil, de propinarles la patada
cuando llegan del éxodo bélico huyendo de bombas racimo, racismo es lo
que encuentran.
Melchor un negro, o una
negra. Las ovejas también. Los pajes latinos y los centuriones rumanos
que no quieren batirse el cobre. Que la Cabalgata sea un Carnaval, la
fiesta de que se cierran los CIES, dejamos de mandarlos
al cuerno de África, se da fin al saqueo y fractura de su castigado
ecosistema, liquidamos el terror y las guerras a ver si este 2015 la
tierra gira alrededor del Sol y se anuncia un año negro para genocidas
de playa como el beato Fernández Díaz un ministro,
que no se confiese tanto en capillas, que mejor lo haga en los
tribunales.
Colectivo Malatextos, 22 de diciembre de 2014.
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