ONGI ETORRI

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Derechos Humanos... SI, NO, NS/NC

Resulta terrible comprobar como un gran número de personas en nuestra sociedad, posee una sensibilidad parcializada – probablemente inducida por el desconocimiento y la desinformación- ante la conculcación de los Derechos Humanos, alineándose con el discurso del Poder y otorgándole una legitimidad vergonzante.

Una de las situaciones más descarnadas y que deja patente esta afirmación, es la que se produce en las cárceles y más concretamente, con los presos F.I.E.S. (Fichero de Internos de Especial Seguimiento). El F.I.E.S. es una base de datos, o lista negra si nos dejamos de formalismos, que recoge información individualizada de presos que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias (D.G.I.P.) considera “peligrosos” y que por tanto, requieren un régimen de vigilancia “especial” (fuguistas y participantes en motines y protestas, además de presos de motivación política son los que conforman la lista de damnificados) . Este fichero se crea en 1991 por un gobierno del PSOE (sí, otra vez los del talante y el estado de derecho) para frenar las protestas y motines que se estaban produciendo tanto por presos sociales, organizados en la APRE-r (Asociación de Presos en Régimen Especial reconstituido), como por presos de ETA y GRAPO. El régimen F.I.E.S. se creó en primera instancia, mediante una circular para evitar el control parlamentario, pero posteriormente se votó y recibió el respaldo de todos los partidos democráticos, excepto I.U. y H.B.

Pero ¿qué supone para una persona encarcelada, vivir bajo una “vigilancia especial”? Pues bien. Los presos en aislamiento, que pueden estar incluso en prisión provisional a la espera de un juicio, viven encerrados entre 21 y 23 horas al día, en celdas de 3X4 metros, pudiendo salir con mucha suerte en parejas (no son pocos los presos que se encuentran solos en una galería ) a un patio de 10X15 metros. Ni qué decir tiene, que no cuentan con actividades programadas de ningún tipo, se les controla la correspondencia, les confiscan cualquier cosa que les envíen del exterior: libros, ropa,... Además, como las condiciones de vida las marca el Director de cada prisión, son muy comunes las prohibiciones de visitas, de salidas al patio, los cacheos e inspecciones,... es decir, la deshumanización más terrible con el agravante de que quien la inflige, al menos sobre el papel, debiera tener el objetivo de la custodia y la reinserción. Estas condiciones extremadamente crueles de vida, constituyen el caldo de cultivo necesario para todo tipo de abusos por parte de los carceleros, responsables de sus acciones pero no, y esto hay que tenerlo claro, de la cobertura legal de que disponen y que les proporciona una impunidad difícilmente entendible en parámetros humanitarios y democráticos.

No podemos dejar de exponer, al menos uno de los casos que representa la cotidianidad para cualquier preso F.I.E.S.: Puerto III (Cádiz). Inaugurada en junio de 2007, cuenta con 70 plazas de aislamiento. La Asociación por la Defensa de los Derechos Sociales e Individuales (GGEBE-ADDSI) dio a conocer que “los 14 ocupantes del módulo, entre ellos 7 presos vascos y un anarquista, se les está manteniendo separados del resto y totalmente incomunicados, reduciéndose todo contacto humano [...] al trato con ordenanzas y funcionarios” Recalca dicha Asociación, “están siendo sometidos a un régimen extremo de aislamiento e incomunicación, como los que organismos internacionales califican de tortura, con efectos devastadores a nivel físico y psíquico [...]. Parece que como ocurriera en 1991 otro gobierno del PSOE está diseñando un régimen de castigo y exterminio para presos escogidos por su carácter rebelde o político”.

Abu Ghraib, Guantánamo, prisiones chinas,... grandes campañas a favor de los Derechos Humanos, sensibilización social, implicación de medios de comunicación, denuncia de las Instituciones,... En Iruña, los políticos discutiendo agriamente sobre la idoneidad de colocar una macro-cárcel en una zona considerada “reserva paisajística”, importándoles un bledo lo que dentro de estas prisiones se vive y se sufre, porque no nos engañemos, conocen perfectamente qué se “cuece” dentro de los muros de las cárceles. Al menos creo que cabe preguntarse, qué entienden por Derechos Humanos nuestra clase dirigente y su electorado, ya que resulta agotador y frustrante, intentar un entendimiento con alguien que mantiene posiciones antagónicas ante situaciones éticamente similares.

Colectivo Malatextos. 17 de abril de 2009

VARIAR EL RUMBO


El conjunto de crisis (medioambiental, social, económica y financiera) actual no va a resolverse por una reactivación de la economía, produciendo y consumiendo más. Una solución de ese tipo conduciría al aumento del consumo de cada vez menor número de personas, incrementando las ya muy escandalosas desigualdades y requiere el control monopolizado de las materias primas. Control sólo posible mediante la creciente militarización de las relaciones internacionales, de la misma forma que el crecimiento de las desigualdades requiere una creciente policialización y control social. Es el modelo desarrollista el que está en cuestión, el que tanto en época de ?bonanza? como de ?recesión? sólo puede subsistir arrasando las materias primas y destrozando el planeta, reduciendo al hambre a la mayoría de la población mundial y provocando, para mantener ese desorden injusto, guerras e intervenciones militares. Pero ese modelo no es algo externo, en él participamos una parte mayoritaria de las poblaciones de los países ricos a través de la incesante generación de necesidades e incrementos de nuestro consumo, en que nos hemos dejado atrapar, y que supone nuestra adhesión a ese modelo. Por más que no seamos los máximos beneficiarios y responsables de este estado de cosas, no podemos obviar nuestra responsabilidad. Es una adhesión que, además, nos viene saliendo cara. Nuestra inmersión en el consumo la pagamos con el sometimiento de nuestras vidas al productivismo y la competitividad: degradación de nuestras condiciones laborales, pérdida de derechos y garantías sociales, amenaza permanente del despido, pérdida de autonomía,... en suma precarización total de nuestras vidas. Todo eso ya lo sabíamos aunque lo hayamos intentado mantener olvidado con la inmersión en el consumo. Sabíamos que el modelo al que nos hemos sumado y nuestras formas de vida ni eran satisfactorias personalmente ni sostenibles ecológica y socialmente. La crisis viene a recordárnoslo, constituyendo una nueva oportunidad. De la crisis podemos salir pisando el acelerador o cambiando de rumbo. La solución que se nos propone es la de pisar el acelerador, profundizando y endureciendo la situación anterior. Con esa solución la crisis la pagará indiscutiblemente las poblaciones de los países no desarrollados y los sectores más débiles de nuestras sociedades, más otros nuevos que caerán en esa zona lindante con la pobreza. El modelo desarrollista se mantendrá para generar nuevas crisis, cada vez en ciclos más cortos, más caóticas y más generadoras de sufrimiento. La otra salida, la que supone un cambio de rumbo, es la del reparto para todos, la moderación en el consumo, el freno al desarrollismo en aquellos aspectos que sea menester, la defensa de la garantía universal de la respuesta a las necesidades básicas y los derechos sociales y la entrada de nuestras vidas y relaciones en la normalidad y la colaboración. Es una salida posible: con los billones de dinero público (de todos) destinados a salvar las entidades financieras sobra para resolver los problemas de hambre, sanitarios y educacionales del conjunto de la humanidad, y la capacidad productiva actual es el triple de la precisa para atender más que dignamente a sus necesidades. De nosotros exige predisposición a repartir, sin la que nuestra exigencia de reparto es realmente poco creíble. Nos oferta el alcance de otras metas en las que el desarrollo no se mida en euros sino en los grados de crecimiento y realización personal, en cultura, en trabajo y ocio creativos, en participación y en libertad. Una propuesta atractiva para la que el toque de atención que supone la crisis significa una oportunidad.

Colectivo Malatextos, 11 de abril de 2009

TÚ ELIGES, TÚ DECIDES (CAN dixit)


Han detenido a Enric Duran. Este militante anticapitalista anunció públicamente haber hecho pequeños fraudes a un buen número de entidades bancarias. Consiguió créditos de distinta cuantía, llegando a sumar unos cientos de miles de euros que empleó en diversas donaciones y en la edición del periódico "Crisi", en el que se explica su modo de actuar ante la crisis, sus causas y sus consecuencias, y cuyo segundo número ha visto recientemente la luz. Una de las entidades afectadas fue la CAN, que por primera vez contribuyó a financiar un proyecto elegido libre y conscientemente, por fin la Banca Cívica que tanto anuncian.

El confeso delincuente utilizó el fraude de forma desinteresada para evidenciar otro fraude que es exponencialmente mayor, el que se da en el mundo financiero. En éste, la especulación y la avaricia nos han llevado a toda la sociedad a un escenario de crisis económica y ecológica que ahora debemos pagar.

Este ladrón bueno cae bien a quienes no simpatizan con los bancos, porque se reparten sus tributos al Estado y no les conceden créditos, porque se quedan con su casa, porque les suben la hipoteca, porque cobran comisiones, porque financian industrias armamentísticas, porque degradan términos como "revolución" y "cívica", porque al no tener el dinero que dicen tener aplican corralitos, porque se les indigesta su publicidad, su marketing y su trato humano, porque partidos y dos sindicatos controlan las cajas, porque cada vez hay más precariedad entre sus empleados rasos... porque mataron a Bambi.

Así es nuestra banca cínica y contrarrevolucionaria.

No obstante Enric, ha dado con sus huesos en la cárcel y no, no comparte celda con ningún estafador a gran escala. Estos, que utilizaron el fraude para aprovechamiento personal, disfrutan de buenos sueldos o de buenas indemnizaciones por habernos llevado a este caos, que por otra parte es inherente al capitalismo que los "grandes líderes" mundiales pretenden refundar, eternizando su epitafio: «murió antes de morir».

Es purificador, cómo en ausencia material de aperos, la imaginación humana cultiva vacíos donde brotan alternativas aún capaces de pillarlos con las lorzas al aire. Da la impresión de que asistimos a una nueva generación de héroes. Más cercanos, más de a pie, pero combativos e inteligentes. El zapatazo iraquí o el fraude de Enric, siendo como son, pellizquitos en las carnes de quienes violentamente asestan grandes golpes a la humanidad, son actuaciones tan certeras como dignas, y justamente por ello, perseguidas y penadas. A ver quién es el listo ahora, tras destapar las siluetas de Platón, que no puede ver que está desnudo el rey.

Colectivo Malatextos. 2 de abril de 2009