Mal que
nos pese debemos aceptar que nuestras mentes más brillantes,
centelleantes y chispeantes en temas financieros, no puedan responder
a cuestiones que van más allá de una titulación cum laude
en económicas, cuestiones que incluso se escapan del alcance de un
niño de preescolar, tan inescrutables como los caminos del Señor
Barragán: ¿son las preferentes un producto ideado para estafar a
venerables ancianos? ¿Tributan las transacciones llevadas a cabo con
una black card? Aguanta Rodrigo, sé fuerte.
Esas
mentes tan brillantes, centelleantes y chispeantes además, trabajan
sin descanso en regalarnos consejos de moral social, tan
filantrópicos ellos, que hasta se autoproclaman como paradigmas del
buen hacer en quienes inspirarnos como no podría ser de otra forma
faltaría más, enarbolando la austeridad como virtud frente a ese
consumismo superfluo y a costa del inmoral saqueo de materias primas
a los primos del sur que tanto nos tienta, lencerías de Bangladesh y
Coltanes del Congo.
Estas
mentes brillantes, centelleantes y chispeantes además, nos hablan de
las políticas sociales como freno a la competencia, nos hablan de la
competencia como motor de crecimiento, nos hablan del crecimiento
como generador de un empleo que no precisa de regulación alguna, que
se autorregula en un bucle sucesivo de subcontratas y subcontratas
nos hablan a las de abajo, nos dicen que eso son relaciones laborales
como manda el Señor Barragán y no la estafa piramidal que otras
gentes de abajo y mal pelaje pregonan.
No
olvidemos que también a nuestros padres estas mentes brillantes,
centelleantes y chispeantes les hablaron de la desregulación
financiera como solución para afrontar la crisis de producción de
los años setenta. Hoy nos instruyen que la solución a la actual
crisis financiera es una mayor desregulación financiera.
También
por estas gañanías cómo no, los chorizos ataban a sus perros con
longanizas, saquemos pues pecho también de nuestro crimen
desorganizado y de sus mentes más brillantes, centelleantes y
chispeantes, con la más grandes glorias del califato de Volkswagen:
el circuito de Los Arcos que va sobre ruedas, las obras del Reyno de
Arena, una ampliación para el aterrizaje de palomas en nuestro
aeropuerto pues no íbamos a ser menos que los de Castellón, el
saqueo a toda velocidad para las obras del TAV, los fraudes
tributarios desde Osasuna hasta Conservas Almanaque, los regalos a
carretadas para Sendaviva, Mercadona y muchos más, o el trasvase del
Ebro desde la CAN hasta la Caixa.
Colectivo Malatextos, 23 de octubre de 2014
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