No es casualidad que por estas gañanías campen a sus anchas mafias de todo pelaje, las chinas, las rusas, la camorra the Las Vegas. También las empresas del IBEX, pues a ocho de cada diez parece que se les extravía la panoja por paraísos fiscales. También el “Cartel de la Banca”, que cuenta en sus filas con los peores matones en métodos de coacción, ahorcando o arrojando por la ventana según les salga cara o cruz, a las pobres víctimas de la usura.
Se ampara el hampa, se
anuncian permisos de residencia a los extranjeros que vienen a blanquear
en pisos y seguir delinquiendo, mientras a quienes llegan para trabajar
se les acusa de maleantes que nos quieren robar
el sudor de nuestra frente, se le niega la asistencia sanitaria, y que
se den por contentos con unas castañuelas si no acaban en un campo de
concentración de esos que llaman CIES.
Es costumbre entre bandas
mafiosas guardarse respeto y protegerse mutuamente por el bien común,
siempre que uno no meta sus narices en el tufo del otro, que así podría
acontecer con los chinos, a quienes el señor
Adelson the Las Vegas les tiene pánico, LOS CHINOS, duchos en reventar
tragaperras que podrían dejar la sucursal madrileña del casino como el
perro de Olías, pues saben del momento en que la máquina va a escupir
propina, porque viajan en el tiempo compadre,
al futuro ahí es nada, ellos que poseen la tecnología precisa para
desarrollar “condensadores de fluzo”, dispositivos indispensables para
hacerse una máquina del tiempo como Dios pintó a Perico. Los gringos
temen a los chinos como Chuck Norris teme a Jackie
Chan, como en charco de sangre donde tiembla la luna, pero los primeros
en colonizar nuestro morisco satélite, no se someten a nadie, los
United States of America,
no se andan con chiquitas, así que estrujaron un poco al Mariano para
que diera caza al Gao Ping, primer productor mundial de “condensadores
de fluzo” y emprendedor ecléctico
de espíritu renacentista, mecenas de las artes, con conexiones hasta en
el mundo del porno, por no decir otra cosa, pues nuestro Macho Vidal,
también cogido en la operación, confesó haber tratado con los mandarines
comercializar no bolas chinas sino una tranca
de látex tan glande
como la suya, en los bazares orientales del “Todo a Cien”. Pero si los
gringos no se andan con chiquitas, los chinos no son menos en sus
mimbres, así que estrujaron otro poco al
pobre Mariano, dejando en libertad al Ping y al Vidal, por “defecto en
prórroga de detención”. Ya los veo volando juntos
a la Conchichina, Gao Ping maquinando una de las suyas en su butaca
business class, y el Macho Vidal rodando una de las suyas en el escusado, “Aeropuerto 69”, pongamos como título apropiado.
Y si de títulos apropiados hablamos, hablamos de la
Cosa Nostra,
hablamos de Navarra y de “Garganta Profunda”, soplón del Santiago
Cervera, pagafantas del Reyno por los asuntillos de la Caja de Carlos
III, avenida en cuyos parterres los perros hacen
concursos de zurullos que veremos salir a flote, en fin, juegos de
perros… agur Can… kaixo Caixa.
Colectivo Malatextos 12-12-12
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