De
nalgas negras Rosa Parks se negó, el 1 de diciembre de 1955, se
resistió a ceder el asiento a un joven caucásico en la zona reservada
para nalgas blancas en un autobús urbano de Alabama, conducta que
vulneraba la ley de entonces, ley que diferenciaba entre asientos
para humanos blancos y para simios negros. Así por ello Rosa fue
arrestada, cumpliendo una noche de calabozo, pagando
una multa de 14 dólares. Tal acto de desobediencia fue el
desencadenante de las históricas revueltas por los derechos civiles que
llevaron a cabo las tribus afroamericanas de los Estados Unidos,
protestas que acabaron con la segregación por raza en la legislación
norteamericana, y así tras 382 días de movilización social, así fue
como la acción de Rosa floreció.
Noviembre
de 2009: igual como en la concesión para el servicio de recogida de
basuras en Madrid, igual como en la adjudicación para
las obras de ampliación del canal de Panamá, de igual forma torticera
aquí, aquí TCC se apropia del transporte urbano de nuestra
comarca con su oferta de farol, cual trilero de faca bajo faja, colmillo
de quilates en boca de charol.
Finales de 2013: igual que Rosa Parks, las trabajadoras de TCC se niegan a ceder frente a la ley, se resisten a someterse
a
una reforma laboral que establece este nuevo modelo de esclavismo
asalariado al que llaman racionalización, productividad y
competitividad, con los embustes de TCC que su concesión fue a tan bajo
coste (esa fue su oferta) que ahora les genera “pérdidas” en
el libre mercado, con el chantaje de los expedientes, la amenaza de
despido clavada en la espalda de Damocles, con una Mancomunidad que mira
para otro lado y se lava las manos más sucia que nadie, mientras
trabajadores y usuarias costeamos los beneficios de
TCC grupo Moventis a cambio de un servicio pésimo y caro.
Año
2014: en Jerez lo han conseguido tras largos años de lucha,
trabajadoras y ciudadanos en alianza, juntas han rescatado el servicio
público de transporte urbano de las garras de la especulación
privada, servicio que gana en eficiencia, servicio que reduce costes y
tarifas, tarifas más progresivas en función de las rentas, para
remunerar una actividad que incrementa plantilla y salarios.
Si Rosa nos enseñó el camino de la desobediencia frente a normas
injustas al no levantarse de su asiento, si en Jerez se hizo un frente
común, aquí la plantilla de TCC seguirá plantando cara al magnate, aquí
la sociedad civil no pagará un servicio tan deficiente.
Ese es el camino, lo contrario es seguir cediendo el asiento a nalgas
blancas.
Colectivo Malatextos 05-01-14
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