
¿Televisión? Nosotras planteamos otra discusión: el apagón total. Tirar de la cadena, cambiar de cadena, romper las cadenas. TV-WC. Tele-Mierda. Es el momento pa’desconectarse deltoyá. Nuestra propuesta es no pillar el demente aparato decodificador de mentes. Nada más incita al consumo innecesario y estúpido, que ha llegado ya demasiado lejos; el otro día, me dejó la boca abierta un anuncio de esos de baratillo que persuadía para descagarnos un prodigioso politono de cuescos. Esto güele ya demasiado mal. Les proponemos otro timbre: el reparto de la riqueza entre todas. ¿No suena mejor? Si de verdad queremos comunicarnos a su son debemos apostar por el DECRECIMIENTO que aportaría reparto en el trabajo, consumo de lo necesario y reducción de nuestra carga laboral, para acopiar arena a nuestro reloj, caricias de granos y más granos manando entre los dedos, pequeño placer de la vida, sacar tiempo donde descubrir el ocio social-creativo, y rescatar recursos para nuestro planeta, la imaginación más bonita, bonita como el amor.
No nos engañemos; el estado policial crece en consonancia a la carestía material que engendra rateros de guante negro; el estado militar crece en consonancia al desabastecimiento crudo en oro negro, es el fascismo encubierto. Sólo queremos que este mensaje nos devuelva la esperanza, tenemos capacidad e ingenio, mensaje de esperanza como el de Durruti: «Sabemos que no vamos a heredar nada más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero a nosotras no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en este instante».
Colectivo Malatextos. 20-02-09